By Luego de que la Presidenta Magistrada del Poder Judicial del Estado, afirmara que no quiere participar por la Fiscalía, han surgido dos nombre que podrían estar en la terna del gobernador.
Querétaro, Qro, a Viernes 02 de Agosto del 2024.-Luego de que la Magistrada Mariela Ponce, presidenta del Tribunal Superior de Justicia en el estado, descartó participar en la contienda por la titularidad de la Fiscalía General del Estado, los nombres de Benjamín Vargas, actual Fiscal anticorrupción en Querétaro, y Edgar Nieves, Vicefiscal en Zacatecas, han emergido como una posibilidad dentro de la terna que podría presentar el gobernador para suceder a Alejandro Echeverría, quien renunción la semana pasada.
Oficialmente, Echeverría Cornejo debía dejar el cargo hasta el próximo 2025, no obstante decidió renunciar por motivos “personales”, justo en medio de la polémica aprehensión de 3 altos mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado.
Quedó como encargado de despacho Humberto Pérez, quien ostentaba el cargo de Vicefiscal, sin embargo, existe la posibilidad de que el Congreso convoque a una elección antes de que se cumpla el plazo oficial.
Mariela Ponce era uno de los nombres que más sonaba hasta que el día de hoy, en entrevista, descartó ser parte de este proceso.
Entre los nombres que suenan para ocupar la terna que podría presentar el gobernador en los próximos días, está el actual Fiscal Anticorrupción en el estado Benjamín Vargas, queretano egresado de la UAQ, quien ha desarrollado toda su trayectoria profesional en la entonces Procuraduría General de Justicia y ahora Fiscalía General del Estado.
Por su parte, Edgar Nieves ocupa actualmente el cargo de Vicefiscal de Investigación, Litigación y Justicia Alternativa de la Fiscalía de Zacatecas, pero su origen es queretano, egresado de la UAQ y ha ocupado cargos en la Auditoría Superior de la Federación, La Fiscalía de CDMX y la Fiscalía General de la República, donde tuvo participación en las indagatorias relacionadas con la desparición de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, Guerrero.
